viernes, 4 de junio de 2010

carta de un Funcionario a su banco

Muy señores míos:

Por la presente lamento comunicarles que he decidido pagar un 5% menos en el recibo mensual de la hipoteca que tengo con su banco. Ha sido una decisión difícil, muy difícil y dolorosa, pero me es imprescindible recortar gastos para salvar mi economía particular y reducir mi déficit.
En situaciones como ésta es cuando todos debemos arrimar el hombro por lo que les pido comprensión y solidaridad.

Al fin y al cabo yo, como el resto de ciudadanos, colaboré en su día en la inyección de liquidez que recibieron ustedes para salvar el sistema financiero.

En realidad me he visto forzado a tomar esta decisión porque mis padres, al ver el saldo de mi cuenta corriente, temen verse en la obligación de dejarme dinero y ustedes, como banqueros que son, saben mejor que nadie que no tiene sentido poner capital si no es para conseguir pingües beneficios.

Me he informado y sé que es lícito tomar este tipo de decisiones de forma unilateral y sin previa negociación (Hay precedentes, ver declaraciones del Presidente del Gobierno en el parlamento el pasado 12 de mayo).

Aprovecho la ocasión para comunicarles que ya dispongo de suficientes sartenes y no necesito que me regalen ninguna más.
Atentamente,

Firma. Un funcionario hipotecado.

jueves, 3 de junio de 2010

¡¡Que Chuli es el IPAD!!

Todos los medios de comunicación, privados y públicos, lo comentan: Colas y empujones para comprar el Ipad, un mini portátil de la empresa Apple llamado a revolucionar el mundo de la informática como ya lo hiciera su iPhone con el de la telefonía móvil. También comentan las ventajas del producto, así como sus usos y aplicaciones prácticas.

Pero en este mundo dual, hay otra realidad que no se comenta: Apple no fabrica ni el iPad ni el iPhone, sólo lo diseña. Se realizan y ensamblan en China, en Shenzhen, una ciudad a 40 kilómetros de Hong Kong, conocida como la Silicon Valley china por su concentración de empresas manufactureras tecnológicas.
En esa ciudad trabajan 420.000 trabajadores para una empresa llamada Foxconn, un inmenso grupo industrial con sede central en Taiwán (su presidente Terry Gou es el tercer hombre más rico de Taiwán con una fortuna valorada en 6.000 millones de dólares) que ensambla todo tipo de productos electrónicos, desde videoconsolas a móviles o portátiles para marcas como Nokia, HP, Dell o la citada Apple.

Se da el caso que los trabajadores de Foxcomm han protagonizado una ola de suicidios que han estremecido a la ciudad de Shenzhen, donde tiene dos de sus principales plantas de producción. Los sindicatos atribuyen estas muertes, todas ellas de trabajadores de entre 18 y 24 años, a la presión insoportable y las condiciones laborales que sufren los empleados para cumplir con los objetivos de producción que les marcan las multinacionales, mientras que la empresa siempre ha aducido causas personales. Lo cierto es que se dan condiciones militares en las cadenas de montaje y salarios base de en torno a 100 euros mensuales, que obligan a los trabajadores a hacer horas extras interminables (hasta 6 días a la semana con jornadas de 16 horas) para poder subsistir.

El caso ha tenido una inusitada repercusión en la prensa china local hasta el punto que las autoridades de Shenzhen han señalado estar "molestos" por las "tragedias" y han prometido abrir una investigación, de la cual se espera bastante poco. Shenzhen es uno de los más claros exponentes del milagro económico chino basado en mano de obra barata.

El avance tecnológico NO puede basarse en la explotación, ya que el avance tecnológico debe perseguir un aumento del bienestar de la sociedad, no sólo de la gente que goza de la tecnologia, sino también de quien la produce. Ver la tecnologia como un mero instrumento para conseguir más beneficio económico, es repetir el modelo y en el fondo, aunque en algún caso a corto plazo no lo parezca, es contrario al propio desarrollo técnico como proceso histórico.

El desarrollo técnico es y debe ser un desarrollo social, o no será.