domingo, 29 de mayo de 2011

Carla también es mi hija (..y la de tod@s)

No tengo nada que añadir, salvo que no voy a decepcionar a Carla ni a Eva (mi hija) , ni a todas las Carlas y Evas, Davids, Manolos, Mohameds, Raisas, Ainoas, Juanes, y tantos y tantos nombres ... a los cuales tengo la obligación moral de dejarles un mundo mejor que el que yo me encontré. No podria mirarlos a la cara, si no lo hubiese intentado.

¿alguien más se apunta a ser padre o madre, hermano, abuela o amigo de Carla?

2 comentarios:

nickenino dijo...

Insoportablemente lacrimógeno.

Pero me alegra que haya movimiento entre algunos empleados y que no se limiten a ver que hace la ejecutiva de la empresa, que hace cosas indignantes, pero si le tocan al vecino pues no pasa nada, y si le toca a uno que sea con dinero.

A ver si se unen mas curritos.

Suerte!

Unknown dijo...

Cuando al lunes siguiente de que despidieran a Marcos nos enteramos todos del suceso, no nos lo podíamos creer y en Llacuna, todos a una, decidimos que eso no podía quedar así. Como pertenecíamos a una empresa de telecomunicaciones no fue difícil pensar que tenía que ir por delante. Afortunadamente muy pronto nos dimos cuenta de que no estábamos solos y, por lo que estamos viendo ahora, tenemos compañeros con mucho ingenio. Con semejante pegamento la unión sí hará la fuerza.
¡Juntos podemos!